martes, 11 de enero de 2011

¿Para què hablamos?

"Cada individuo utiliza el lenguaje en un sin fin de situaciones.  Los objetivos que se persiguen en esas situaciones hacen variar el tipo de mensaje, la entonaciòn, la clase de lenguaje empleado y hasta la gramàtica."

GENERALIDADES


Se ha establecido que el papel fundamental del lenguaje en la actividad humana es simbòlico y comunicativo; simbòlico, por cuanto es no sòlo de desarrollo del pensamiento, sino tambièn principio de organizaciòn y de expresiòn de la personalidad total, y comunicativo porque es la clave para mantener los vìnculos del "uno" con el "otro".

¿Còmo se refleja este papel fundamental en la naturaleza de los siginos del lenguaje? ¿Còmo responde el uso del lenguaje a las exigencias de caràcter simbòlico y comunicativo? En otras palabras, ¿què funciones cumple el lenguaje? Dar una respuesta satisfactoria ha sido preocupaciòn general de filòsofos, filòlogos y lingüistas a travès de la historia. Aristòteles le atribuìa al lenguaje el caràcter expresivo y representativo; Santo Tomàs pensò en las funciones indicativa, imperativa y optativa; Vosler y Croce creyeron que lo fundamental era la funciòn estètica de la expresiòn.

La palabra funciòn se ha empleado con diferentes significados en los estudios lingüìsticos. Aristòteles la entendiò como el fin de la comunicaciòn; cierta corriente del estructuralismo la definiò como la relaciòn que se establece entre los elementos de una estructura lingüìstica (Hjelmslev, 1968); y tradicionalmente, se ha llamado funciòn al oficio que cumplen determinados elementos en la oraciòn.  En el caso que nos ocupa, nos referimos a la funciòn entendida como la actividad o proceso que desarrolla el hombre con la ayuda del lenguaje. Las funciones, por lo tanto, son las finalidades o propòsitos de los usos concretos de los signos lingüìsticos.

Tomado de Fundamentos de Semiòtica y Lingüìstica. Victor Miguel Niño Rojas